Esta historia, publicada en el año de la muerte del emperador, resume una visión global de la sociedad japonesa de su tiempo. ‘Kokoro’ significa –entre otros- ‘corazón’. Narrada en primera persona como una suerte de biografía testimonial, un joven inicia una relación de camaradería con otro hombre, de quien no sabe absolutamente nada, y a quien llama respetuosamente sensei –‘maestro’-, debido a que es mayor que él. Entablado el vínculo, el protagonista nos hace saber que es estudiante, habita una sala en un pensionado y realiza visitas al sensei cuya frecuencia va en aumento. Ambientada en un Tokio de fines de siglo XIX, el libro consta de tres partes. La primera nos explica cómo llegaron a establecer una relación estos personajes, junto al entorno social en que se mueve cada uno. En la segunda, al graduarse el protagonista y volver a su pueblo natal debido a la enfermedad de su padre, nos permite entrever la evolución de ese vínculo a la distancia tanto como la realidad del interior del país, con sus costumbres, el respeto por la tradición y las expectativas depositadas sobre un novel graduado. En la tercera, en formato de extensa carta, se devela el secreto del oscuro pasado de sensei, del por qué de su abulia y desencanto general de la vida y sus visitas mensuales a un cementerio. |
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